Ventajas de las paredes de pladúr (I)
Cuando realizamos reformas en viviendas antiguas, pisos donde el espacio es un bien escaso las personas suelen plantearse instalar paredes de pladur. Estas estructuras permiten diferenciar distintas áreas dentro de nuestra vivienda de una manera rápida, cómoda y barata.
Si bien muchas personas siguen optando por paredes de ladrillo, lo cierto es que se necesita un mínimo y no suele conseguirse un aislamiento, tanto sonoro como térmico que con paredes de pladur del mismo grosor.
El pladur es un material fácil de instalar que apenas genera escombro, lo que contribuye a reducir el desperdicio que no sabemos muy bien que ocurrirá con él y que puede contaminar tierras, animales e incluso mares.
Un mito que se relaciona con las paredes de pladur es que están huecas, por lo que no se podrá colgar elementos de peso o de decoración. Eso no es cierto, ya que este tipo de paredes cuentan con unos refuerzos metálicos que absorben gran parte del peso que colguemos en él. Además, las láminas de pladur pueden ser de diferente tamaño y grosor, permitiendo instalar en las paredes cualquier decoración que haga más agradable nuestra vivienda.