Historia del yeso
El yeso es un material que se utiliza para la producción de escayola. En la historia es uno de los conglomerantes más antiguo usado en la construcción. Su origen proviene de la época del neolítico, más concretamente en Oriente Medio.
En la antigua Mesopotamia existían enormes extensiones de rocas yesiferas y los habitantes tenían como costumbre recubrir los recipientes de madera con una masa de yeso, que ellos llamaban «alabastro». Esto lo hacían para que los recipientes fueran resistentes al fuego. Los objetos hechos con yeso los llamaban «vajilla blanca».
Este material, el yeso, remplazó al mortero de barro que era de peor calidad, en todas las construcciones. En el Antiguo Egipto también se uso el yeso en monumentos como la pirámide de Keops y la Gran pirámide de Giza que es la más antigua de todas las pirámides que se conservan actualmente.
En ambas construcciones, el yeso, formó parte de los revestimientos y los suelos, además de revestir y decorar las tumbas. Pero aunque en Egipto se utilizó mucho, fue en Grecia donde se innovó y se desarrolló los llamados «morteros helénicos» que estaban formados de yeso, cal y áridos.
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